MALARIA

  La malaria es una enfermedad producida por parásitos del género Plasmodium. Los vectores de esta enfermedad son diversas especies de mosquitos del género Anopheles. Este mosquito deja sus larvas en las aguas estancadas, para su desarrollo.

  Los síntomas son muy variados, empezando con fiebre, escalofríos, sudoración y dolor de cabeza. Si no se trata pronto pueden producirse complicaciones graves como el coma (malaria cerebral), anemia severa o alteraciones de otros órganos.

  La gran mayoría de los casos ocurre en niños menores de 5 años; las mujeres embarazadas son también especialmente vulnerables.

  Los últimos datos proporcionados por el MINSA (Ministerio de Salud de Nicaragua) dicen que apenas se dan casos de malaria en la zona y que estos son importados.

Aún así, y debido a la importancia de esta enfermedad, creemos que no se debe bajar la guardia en su prevención, que consisten en las mismas medidas que en el caso del dengue, es decir, la prevención y el control de estas enfermedades dependen principalmente del control del mosquito vector.

Las personas pueden protegerse de las picaduras con el uso de mosquiteros impregnados en las camas y la aplicación de repelentes. En definitiva, ayudar a mantener los espacios interiores libres de mosquitos.

En el exterior de la vivienda se deben eliminar los criaderos de mosquitos: limpiar los alrededores de las casas, deben de estar libres de plásticos rotos, ruedas, latas, botellas, platos en las macetas o cualquier cosa que pueda acumular agua.